Una de estas alianzas fue con el Ministerio de la Producción de la Provincia de Buenos Aires, lo que nos permitió otorgar créditos con tasa subsidiada para la producción por casi 4 mil millones de pesos.

La potencia de esta vinculación es muy significativa, ya que el 70% del financiamiento para la inversión productiva tiene una transformación en productos y servicios de empresas bonaerenses. Quiere decir que las trabajadoras y los trabajadores independientes de los 135 municipios de la Provincia invierten mayoritariamente en el entramado productivo de esos mismos territorios, potenciando de este modo la producción local. Asimismo, este segmento suele hacer inversiones específicas, como la adquisición de maquinaria o algún insumo en particular.

Un ejemplo es el caso de una unidad productiva dedicada a la fabricación de viviendas prefabricadas en el municipio de Bahía Blanca, que destinó el crédito a la compra de materiales de aluminio y hierro, generando su compra de insumos de construcción a dos vendedores distintos (compras que, a valor de diciembre 2023, fueron de 307.5 mil y 46.4 mil pesos), ubicados también en Bahía Blanca, potenciando así la inversión productiva dentro de la localidad.

Un segundo caso, permite ver otro modo de la transversalidad del entramado, donde la inversión se produce de un municipio a otro. Así, un emprendimiento ubicado en Lomas de Zamora, que comercializa bidones de agua y sifones de soda, adquirió (por un monto de 5.8 millones de pesos a valores de diciembre 2023) una máquina purificadora de agua, fabricada en una empresa del municipio de La Matanza.

Cabe destacar que el 60% del aporte que permite ofrecer una tasa subsidiada es recuperado por el Estado en esa primera compra a través de la recaudación impositiva. De este modo, el microcrédito se constituye como uno de los principales catalizadores de las microfinanzas y un pilar fundamental para el desarrollo productivo en la Provincia de Buenos Aires.